Desde que era pequeña siempre quise ser médico porque sentía la necesidad de cuidar a los demás.
Es cierto que al final no llegué a ser médico forense como yo quería, pero un día conocí a alguien despertó en mí la vocación de Optometrista. Hoy le doy las gracias por haberme abierto la puerta a lo que es hoy mi pasión y misión de vida.
Hoy puedo decir que ayudo a muchas personas a mejorar su salud visual para que no pierdan el mínimo detalle de sus vidas. Mi proyecto no va de vender gafas, va de mejorar tu calidad de vida porque mi felicidad es la de mis clientes!